
Los negocios familiares en España, como en el resto de Europa, tienen un peso muy significativo en el tejido empresarial. En nuestro país, más del 70% de las empresas son familiares y su continuidad, muy a menudo, se ve amenazada con la llegada del relevo generacional y con él de la preparación de la sucesión empresarial. Según el Instituto de la Empresa Familiar, en la actualidad un 65% de las empresas familiares se encuentran en la primera generación- la de su fundador- ; un 25% en la segunda y solo el 10% restante pasa a la tercera o sucesivas generaciones. De estos datos se desprende la importancia de la planificación de la sucesión empresarial. Pese a ello, se calcula que